Durante 25 años: formación integral a niños y jóvenes con calidad humana
El joven de hoy requiere cada vez más de un trabajo permanente, audaz e innovador; y aunque la tarea es de un gran reto para todos, estamos seguros que con educadores comprometidos en su misión formadora y padres de familia de la mano con la institución, lograremos que el educando sea el eje inventor de su propia vida, mediante el ejemplo y las directrices que les tracemos.
El colegio recibe su nombre del escritor colombiano Manuel Mejía Vallejo, quien afirmara que “Primero se es hombre y después escritor”, se convierte en un llamado a mantener la cuota de humanidad que dignifique la persona.
Pensando en esa premisa, se reunieron los hermanos Rubén Gildardo, Héctor de Jesús y Germán Darío Carrillo Herrera desde enero del año 1993, todos educadores con experiencia en diferentes instituciones educativas del sector público y privado, para analizar de qué manera se podría consolidar un proyecto que apuntara al cubrimiento de la necesidad del joven de hoy y que muy probablemente, si cada uno teníamos mucho que aportar por separado, con más razón si lo hacíamos juntos.
Luego de muchas sesiones y de cientos de horas de análisis sobre la viabilidad de concretar un proyecto educativo que consolidara nuestras intenciones, tomamos la decisión de juntar fuerzas y experiencias dando inicio en mayo de 1993 a la empresa Carrillos y Cía. Ltda., con un objeto social meramente educativo; para esta misma fecha ya teníamos nuestra primera sede campestre, que consistía en una casa finca ubicada en la parte baja de la loma del escobero de Envigado – cerca de un lugar referente denominado “EL FAROLITO”.
Nació así el Colegio Manuel Mejía Vallejo en el año 1994 como una propuesta educativa de avanzada para las nuevas generaciones; una institución abierta al pensamiento crítico, al conocimiento, a la investigación, a la cultura, a la creatividad y a la participación democrática y bajo la dirección del Licenciado y especialista en Matemáticas Héctor de Jesús Carrillo Herrera.
Abrimos las inscripciones para dar inicio a nuestro proyecto, pero tan sólo para la Básica Secundaria, es decir, para los grados 6°, 7°, 8° y 9°. Durante este primer año mantuvimos 38 estudiantes y un total de 14 empleados entre maestros, servicios generales y administrativos.
Para el año 1995, se legalizó la Media Académica, lo que permitió la continuidad de los estudiantes de secundaria y graduando los primeros bachilleres en al año 1996.